¡Ya está servido, bajen a comer! Comportamientos empresariales
- Raymundo Sánchez Ticó
- 19 feb 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 22 may 2024

¡Ya está servido, bajen a comer! ¿Alguna vez en tu casa o en casa de algún amigo has escuchado esta frase? Si no, tal vez sea porque en tu hogar todos saben que a una hora específica es la comida y no necesitan que los llamen. O quizás en tu caso, vives con tres compañeros de cuarto, cada uno con su horario y hábitos alimenticios, y no saben si alguien más estará comiendo en casa.
En algunos hogares, a pesar de que todos estén ocupados, encuentran tiempo para reunirse a cierta hora y comer juntos, compartiendo ese espacio para platicar sobre el día. Sin embargo, no todas las familias lo hacen así.
¿Quién lo hace bien? ¿Cuál es la mejor manera de compartir las comidas en un hogar? ¡Exacto! No hay una fórmula universal porque cada familia es diferente. Cada una tiene sus costumbres, hábitos y necesidades. Lo que funciona para una puede no ser ideal para otra.
Ahora, imagina que en lugar de hablar de familias, hablamos de empresas. Las empresas enfrentan desafíos y necesidades diversas, y adoptan comportamientos a medida que interactúan, de manera similar a las familias.
¿Qué sucede cuando una empresa no establece reglas de comportamiento? Se asemeja a una familia donde cada quien come cuando quiere, no se preocupa por los demás, la casa está siempre desordenada, y resulta incómodo recibir visitas. Pero, ¿qué ocurre cuando estás orgulloso de los comportamientos de tu "familia empresarial"? Invitas a clientes, presumes su conducta, te enorgullece cómo interactúan, y te genera satisfacción escuchar elogios sobre tu equipo.
La cultura empresarial está compuesta por comportamientos alineados con los valores de la organización, convirtiéndose en una ventaja competitiva.
Ahora, reflexiona. ¿Preferirías comprarle a una empresa cuyos miembros no se comunican, los líderes siempre están en desacuerdo, o a una donde todos tienen conversaciones transparentes y colaborativas, incluso frente a los desafíos? ¿Cuál crees que es más atractiva?
Te invito a releer los párrafos anteriores, pero esta vez, imagina que se trata de empresas. La cultura organizacional, formada por comportamientos y valores, es clave para el éxito y puede convertirse en tu diferencial competitivo.
Piensa en esto: la transformación comienza con lo que crees, no solo con lo que haces. La disposición a cambiar comportamientos ineficaces es esencial. Comentarios como "La empresa no está preparada para modelar comportamientos" o "Cada madre siempre verá a su hijo guapo" son señales de resistencia al cambio. Son placebos que restan, no suman, y obstaculizan la transformación. Te dejo esta liga una reflexión al respecto: https://www.instagram.com/p/C4wke9rLJGV/
Si no defines comportamientos y valores, no tendrás procesos, sistemas ni métricas adecuadas. Es como regañar a tu hijo todos los días sin haberle explicado claramente qué esperas de él.
Para modificar los comportamientos empresariales, considera estos puntos:
1. Predica con el ejemplo: Enfócate en un 90% en ser un modelo a seguir y un 10% en promover los valores.
2. Define los comportamientos deseados: Establece un marco de comportamientos y valores antes de abordar procesos y responsabilidades.
3. Sensibilización: Comunica las razones detrás de los comportamientos deseados, involucrando a las personas en el proceso.
4. Seguimiento y control: Establece canales para abordar comportamientos no deseados de manera efectiva.
¿Tu empresa define comportamientos? ¿Te identificas con estas problemáticas? Comparte tus opiniones.
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¡Éxito!
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