¿Alguna vez has sentido que en la empresa donde trabajas es como si tú y tus colaboradores estuvieran caminando en un campo minado? Donde al caminar, no saben en qué momento alguien puede pisar una mina que les explotará, generando graves problemas y tendrán que dar explicaciones a la dirección. Realmente, como hay muchas minas escondidas, le puede explotar a cualquiera, lo cual genera miedo, incertidumbre, poca confianza y una pobre comunicación. Quédate en este artículo de 2 minutos para reflexionar sobre esta situación. ¡Comencemos!
A veces es sorprendente cómo una problemática tan obvia y evidente para gerentes y operativos de varias áreas en una empresa sucede con frecuencia y, en algunas ocasiones, se mantiene durante años sin que las áreas de auditoría y supervisión existentes la identifiquen y corrijan. Tal vez la persona que está leyendo esto sienta que estoy exagerando, pero hay quienes hemos vivido varias veces esta situación y no lo vamos a percibir así. ¿Por qué pasa esto? ¿Por qué no se corrige? ¿Qué tenemos que cuidar para que no vuelvan a ocurrir este tipo de cosas?
Empezaría por preguntarme, ¿por qué la gente que vio el problema no dijo nada? Puede haber varias respuestas: por miedo, por no salir de su zona de confort, porque al ver que no era un problema directo para él no le importaba lo que pasaba más allá, o porque simplemente no está dentro de sus prioridades que la empresa mejore. Todo esto puede pasar porque la persona puede tener miedo de sus jefes, no se siente motivado, no tiene la preparación para ver qué pasa más allá de su trabajo, no tiene la confianza para decirlo, porque no tiene el proceso, existe una cultura de SILOS de trabajo, etc.
Puede ser un poco de todo, resaltando algunas causas más que otras dependiendo del contexto de la organización. ¿Gran problema no? Es como trabajar en un campo minado, vas avanzando y no sabes cuándo vas a pisar una mina y todo explotará. Los directores seguramente se molestarán, tal vez reprendan a la persona a la que le explotó la mina y arreglen el problema.
Sin embargo, se debe buscar la manera de ser proactivos para evitar este tipo de situaciones.
Quita las minas o por lo menos las que puedas. Actualiza tus procesos, métricas, niveles de servicios, capacita a tu gente en una forma de trabajar sin minas, y vuélvete a acercar a la gente para que no tengan miedo de comunicarse contigo.
Sé que los tomadores de decisiones quisieran con todas sus ganas darles la confianza a sus equipos para que les digan estas cosas, pero sucede algo:
No importa si eres operativo, supervisor, gerente, director o director general, la confianza no se da, la confianza se gana.
Tienes que implementar un sistema que esté mejorando continuamente, adecuado como guante en mano a las necesidades de tu organización. Y volvemos a hablar otra vez de cultura, por eso la cultura en una empresa es tan relevante. Te dejo un mensaje que encaja con lo que conversamos. https://www.instagram.com/p/C4Yzx1ZOJGo/
Los inversionistas compran culturas, no empresas. Los reclutadores buscan personas que hayan trabajado con culturas de primer nivel, no quieren manzanas podridas para que pudran a los demás aunque sean unos genios. La cultura es el foco que se debe atacar para avanzar con la transformación organizacional.
Un efecto común cuando no se tiene la correcta cultura es que cuando se identifica por la dirección general que alguien pisó una mina y le explotó, muchos equipos de trabajo tratan de meterse en ese problema para resolverlo, para que se vea que sí están aportando. Creo que cuando sucede este tipo de situaciones, generalmente se hace con buena intención, pero es malo para la organización, porque no se respetan las responsabilidades definidas.
Imagínate en un hogar que hay un problema eléctrico, y el que le toca resolverlo es al papá, mientras la mamá ve la comida del hogar, los hijos les toca hacer su tarea. Imagina que con el problema eléctrico el papá va a arreglarlo, pero también se mete la mamá y los hijos, y todos por su lado, compran focos, equipo y tienen su plan para arreglarlo cada uno de manera independiente. ¿Qué va a pasar? Ese día la mamá no hizo de comer, los niños los van a regañar porque no hicieron la tarea, y el papá tuvo que pagar los planes independientes que hicieron más el suyo. Ah, pero ellos van a decir: Es que todos le ayudamos al papá con el problema. Lo que no ven es que eso le tocaba a él, no a ellos; dedícate a lo tuyo para no generar más problemas. No vayas como gallina descabezada sin rumbo, corriendo para todos lados. Desafortunadamente, hay muchas empresas que actúan así.
Les dejo algunas recomendaciones para evitar este tipo de situaciones:
Soluciones proactivas sobre soluciones reactivas. Enfócate en mejorar continuamente, no te esperes a que llegue un problema para resolverlo. No te enfoques en lo inmediato, define estrategias a mediano plazo con resultados cortos palpables.
Trabaja sobre la gente. Capacítalos para que entiendan el cambio.
Cultura de procesos. Suave sobre la gente, fuerte sobre el proceso. Si se falló, antes de voltear a ver quién falló, voltea a ver el proceso que le diste para trabajar.
Comunicación. Habilita la comunicación. Vuélvete a acercar como director a las personas, gánate su confianza.
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¡Éxito!
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